Recupera la capacidad de masticar correctamente, lo que mejora la digestión y evita problemas relacionados con la alimentación. Además, corrige alteraciones en la mordida que pueden causar dolor o desgaste en la mandíbula.
Una sonrisa armónica y saludable aumenta la confianza y mejora la percepción personal y social. Se corrigen problemas como dientes desgastados, manchados o desalineados.
La rehabilitación oral aborda causas subyacentes, evitando complicaciones como la pérdida ósea, la movilidad dental o el desgaste acelerado de piezas restantes.
Al recuperar la salud bucal, desaparecen molestias como dolor dental o mandibular, facilitando actividades cotidianas como hablar, sonreír y comer sin restricciones ni incomodidades.